LA DIÓCESIS DE QUILMES ALERTA POR LA CRISIS SOCIAL
L a Diócesis de Quilmes emitió un duro comunicado haciendo un llamado a atender las demandas sociales de los que menos tienen. “Es tremendo e injusto que en una Argentina tan rica, la gente no tenga lo mínimo para cubrir sus necesidades básicas, que un millón de niños vayan a dormir sin comer. Es doloroso y lastima mucho”, afirma en una parte el documento.
Así, desde la “Vicaría de Vida Consagrada de la Diócesis de Quilmes”, que congrega a las distintas congregaciones religiosas, se presentó el documento “La esperanza de los pobres nunca se frustrará” (Salmo 9,19) , “ante la difícil y dolorosa realidad que estamos viviendo en nuestra sociedad” en unidad “con los afligidos y agobiados de nuestro pueblo”.
El texto expresa, entre otras sentencias: “Ante la difícil y dolorosa realidad que estamos viviendo en nuestra sociedad, como Vida Consagrada de la Diócesis de Quilmes, nos unimos a los afligidos y agobiados de nuestro pueblo. Desde nuestra experiencia cotidiana y como caminantes de la fe, queremos poner el cuerpo y combatir las nuevas formas de opresión y esclavitud que nos impiden vivir con dignidad”.
“Es tremendo e injusto que en una Argentina tan rica, la gente no tenga lo mínimo para cubrir sus necesidades básicas, que un millón de niños vayan a dormir sin comer. Es doloroso y lastima mucho”, asevera.
Luego, agrega: “Por eso, decimos “no” a la desigualdad que genera violencia. “No” a la corrupción que es un cáncer social que crece día a día. “No” a la exclusión, a la inequidad, a la injusticia. Decimos “no” a un sistema de vida indiferente al sufrimiento de tantos y tantas caídos en el camino que ya suman 25 millones de personas pobres!”.
“Decimos “no” a vulnerar la dignidad de los jubilados y su calidad de vida, y a que tengan que reducir al máximo sus gastos para poder atender los costos que derivan de las enfermedades propias de su edad. Decimos “no” a la falta de compromiso y al ajuste de tratamientos para las personas con discapacidad, al desabastecimiento de los Hospitales públicos y a los aumentos indiscriminados de los medicamentos. Decimos “no” a la violencia institucional ejercida sobre todo frente a la protesta social que reclama derechos del pueblo”, continúa.
En otra parte del documento, indica: “Sí, creemos que la esperanza en el Dios de la Vida nos sostiene en los tiempos difíciles y a la vez nos anima hacia adelante sin bajar los brazos, tomados de las manos de los más vulnerables con los que vamos haciendo camino”.
“Sí, creemos que es posible, en medio de los problemas, miedos y desalientos, afianzar y exigir la “mejor política” al servicio del bien común y de la amistad social”, dice, y luego suma: “Sí, creemos en la instancia del diálogo, la reflexión, la búsqueda de consenso, que no implica ceder ni claudicar. Sí, creemos y queremos poner los medios para cuidar la vida y la fragilidad de tantos que padecen a nuestro alrededor”.
Y finaliza: “La Virgen María, nuestra Inmaculada Concepción, nos escucha, nos cuida y nos acompaña. Nos dejamos mirar por Ella y le pedimos por todos y todas que viven en nuestra Diócesis”.